viernes, 27 de julio de 2007

Maybell Lebrón - Cuentista

La realidad sin maquillaje y más.


Los buscadores de finales felices podrían quedar resentidos con los cuentos de Maybell Lebrón: en ellos se encara la realidad así como es. Y todos sabemos que finales felices y realidad se hallan separados -generalmente- por distancias enormes y para algunos casi infranqueables.

Hago un mea culpa: en cuanto a literatura soy una buscadora de finales felices. Pero no puedo hablar de insatisfacción ante estos cuentos, porque gracias a la experta pluma de su autora, ellos son esas imágenes que no queremos mirar, los episodios del pasado sobre los cuales preferimos no hablar y las pequeñas tragedias de la gente simple que es mejor ignorar. Estos cuentos nos llaman a abrir los ojos y eso puede llegar a sentirse como una espina en el alma. ¡Y cuánta pericia hay que tener para trasmutar en un cuento el grito de aquellos que sólo pueden reclamar desde sus miradas tristes! Para aprisionar en palabras la voz de quienes no la tienen. Un cuento así nos exige un corazón de verdad abierto para que resuene en él su mensaje.

Y en la otra cara de la moneda, esa misma realidad puede mostrarnos el lado amable de la vida y ser también la travesura de un niño, el amor que nace despacio y casi sin darnos cuenta, la mano amiga que se tiende al prójimo o la anécdota jocosa contada entre amigos. Con la misma habilidad expuesta para captar el clamor de los desvalidos, Maybell Lebrón nos habla de aquellos momentos que un día habremos de recordar con una sonrisa, demostrando su versatilidad como narradora y un profundo conocimiento del alma humana.

Quienes tienen -como yo- el gusto de conocer personalmente a la escritora sabrán que esa misma intensidad que anida y vibra en sus letras, emana de su persona con el brío del que ama la vida y todos sus desafíos, de quien no teme a los días por venir, sabiendo firmemente hundidas sus raíces en un tiempo vivido al máximo. Y transmitir esto último a través de las propias obras creo que puede considerarse más que un éxito.


(Pronto estaremos actualizando la sección Los Papeles de la Casa con poemas de la autora)


Comentario aparecido en la revista
Acción Cooperativa, Mayo 2007.

martes, 24 de julio de 2007

Maybell Lebrón - Poetisa

Cantar a la vida, con sus luces y sombras.

Dos poemarios nos traen los versos de Maybell Lebrón. “Puente a la Luz” y “Ayer, tal vez mañana” cumplen quizás con la regla de que lo bueno viene en raciones pequeñas. Pero son claramente suficientes para convencernos de la calidad literaria y la fuerza emocional de su autora.

La poesía de Maybell Lebrón es un canto a la vida que suena con todas sus notas. Hay melodías alegres como una explosión de color, también aquellas suaves de tardes grises y días sin tiempo, y los sonidos graves de los momentos difíciles. Todo ello con la maestría en el uso del lenguaje -culto, pero sin rebusques innecesarios- que sólo puede transmitir alguien muy hábil en el oficio de crear versos.

El momento sutil del alma iluminada, la imagen que persiste cual eco de la belleza, el instante breve y sencillo que nos recuerda la magia de estar vivos, la angustia ante lo desconocido, la protesta ante las injusticias de una sociedad que marca en sus miembros las cicatrices de la desigualdad, así como el amor y también la pasión, todo vive en estos poemas de gran luminosidad.

En los versos de esta autora, encarados desde la visión reflexiva de la edad madura, hallan también su justo y merecido espacio los recuerdos. Mediante frases precisas y altamente sugestivas, somos capaces de percibir la vívida imagen de quienes han ocupado un lugar importante en la existencia de la poetisa y hoy siguen viviendo en la hondura de sus afectos y en la fuerza de sus palabras.

Personalmente, soy un gran fanático de la poesía escrita por mujeres. Y en ese campo que es tan amplio, bello y profundo, Maybell Lebrón se instala en un lugar privilegiado gracias a sus propios colores, a sus personales matices, trazando con sus palabras pinceladas vivas e intensas como las del Van Gogh que decora la tapa de su primer poemario, estableciendo un verdadero Puente a la Luz. A esa luz que es la poesía para aquellas almas que necesitan alas.


(Pronto estaremos actualizando la sección Los Papeles de la Casa con poemas de la autora)

Comentario aparecido en la revista
Acción Cooperativa, Mayo 2007.

Breve Biografía de la Autora del Mes: Maybell Lebrón


Nació en Córdoba, Argentina, en el año 1923. Reside en el Paraguay desde 1930. Tiene obras editadas en los géneros de poesía, cuento y novela. Participó en los talleres de “Cuento Breve” de Hugo Rodríguez Alcalá y de “Poesía y narrativa” de Carlos Villagra Marsal.

Activa promotora de eventos culturales, fue secretaria de la Sociedad de Escritores del Paraguay (S.E.P.), fundadora y miembro de la terna directiva de Escritoras Paraguayas Asociadas (E.P.A.)

Tiene publicados en Arandurã Editorial "Memoria sin tiempo" (cuentos) en 1992, "Puente a la luz" (poemas) en 1994 y "Pancha" (novela) en 2000, ganadora del premio Roque Gaona 2000 otorgado por la Sociedad de Escritores del Paraguay. Esta novela ya con tres ediciones agotadas hasta el 2002 y una edición con propuesta didáctica para la serie educando de esta misma casa editorial.

Sus cuentos y poemas figuran en publicaciones culturales de nuestro país y del extranjero y se incluyen en la bibliografía de estudios secundarios y universitarios. Además ha sido seleccionada para diversas antologías publicadas en el Paraguay y el exterior, en castellano e inglés, así como en ensayos de España, Estados Unidos e Italia.


Fuente de la biografía: Arandura Editorial.


Y esto lo agregamos nosotros: los sábados por la tarde dirige un taller literario de jóvenes (y no tan jóvenes...) llamado "Salón de Lectura", desde el año 2003 del cual los habitantes de la casa abandonada somos orgullosos y agradecidos miembros.